Lujosos Yates de Millonarios del Mundo
Algo tienen los yates que sus propietarios, empresarios u oligarcas millonarios en su gran mayoría, mantienen una guerra sin cuartel por exhibir el de mayor tamaño y el más lujoso. El último en presumir de embarcación ha sido Andrey Melnichenco.
El ruso, considerado uno de los 100 hombres más ricos del mundo (y el
undécimo de Rusia) gracias a una fortuna de 8.900 millones de euros,
atracaba esta semana su yate A en la bocana de Puerto Banús (Marbella).
El buque, diseñado por el francés Philip Starck (el rey Midas del diseño) en sólo cuatro horas, tiene 130 metros de eslora,
más que un campo de fútbol, y dispone de helipuerto, tres piscinas,
cristales tintados, inhibidores de radar, 48 cámaras de seguridad con
sensores de movimiento y un sistema de seguridad unicopor huellas digitales, varias discotecas, espacio para 16 personas y una tripulación formada por casi 44 personas.
El superyate A, que fue un regalo de Melnichenco a su mujer, la ex Miss Yugoslavia Aleksandra Nikólich, costó la friolera de 263 millones de euros y actualmente es uno de los 10 yates mas largos del mundo. Su mantenimiento supone un desembolso anual de 20 millones
de euros mientras que para llenar el depósito es necesario abonar 507.000 euros.
Famoso por sus
excentricidades, Melnichenco mantiene una rivalidad empresarial y
patrimonial con su paisano Roman Abramovich. También, como no,
extensible a los yates. El de Melnichenco, en el que rara vez hay
invitados a bordo, suele surcar aguas del Mediterráneo y Pacifico cada año,
convirtiéndose en una de sus principales atracciones.
Roman Abramovich o la excentricidad del lujo
El
principal rival de Melnichenco mantiene desde hace años una pugna
personal con su paisano por poseer el yate más grande del mundo. El
Eclipse, de 180 metros de eslora, cuenta con un escudo antipaparazzi basado en un sistema láser que bloquea las lentes de cualquier cámara digital que ande cerca. Además de estas prestaciones, más propias de 007
que de un millonario, dispone de dos helipuertos, espacio para 64
invitados y 50 miembros de la tripulación, dos piscinas, spa y pantallas
de cine en cada una de las 26 habitaciones. En la suite principal, un
techo descapotable hace las delicias de Abramovich y su pareja, que
pueden disfrutar de una travesía bajo un cielo estrellado.
Las
excentricidades del ruso van más allá. Cristales antibalas y un pequeño
submarino interior, además de un sistema de defensa antimisiles,
completan las características del que se ha convertido en el cuarto yate
del oligarca (posee además el Pelorus, el Sussurro y el Exctasea). ¿El
precio? También desorbitado: más de 1.300 millones de dólares.
Paul Allen, socio de Bill Gates
Paul Allen, cofundador de Microsoft Corporation junto a Bill Gates, posee uno de los mas lujosos Yates del mundo, el Tatoosh,
un barco cuyo atraque en Marbella le costaba la fiolera de 1.200 euros por día. Entre sus prestaciones destaca la Master Suite Greg, el salón
con chimenea de piedra caliza francesa, los comedores camarotes, sala de
cine, tanque para langostas, instalaciones para transportar dos
helicópteros en la parte superior de las cubiertas y otras tantas salas
repartidas por la cubierta principal. En la popa, el yate cuenta con una
gran piscina sombreada de 1,9 metros de profundidad.
El
yate, de 95 metros de eslora, está considerado el número 25 más grande
del mundo y le costó 110 millones de dólares. Pero Allen también posee
el Octopus, de 127 metros.
Flavio Briatore y su yate
El Force Blue ha sido uno de los más fotografiados durante los últimos años y fue usado, además, para su luna de miel con Elisabetta Gregoraci.
Tiene 70 metros de eslora y cuenta con un gimnasio, un cocinero, un
masajista, helipuerto y unas cuantas prestaciones más de las que han
disfrutado famosos como Ronaldo, Fernando Alonso o José María Aznar.
Cuando
no lo utiliza, Briatore alquila su superyate, un buque mucho más lujoso
y caro que el de Tiger Woods, que pagó 20 millones de dólares por el Privacy, una embarcación de 48 metros de eslora.
Amancio Ortega y las transacciones entre empresarios millonarios
Su yate es uno de los más exclusivos
del panorama patrio. Tasado en seis millones de euros, cuenta con casi
34 metros de eslora y suele navegar por la ría de Aldán. El Valoria
(se llama así en honor a la localidad vallisoletana donde nació la
madre del empresario) suele amarrar en el astillero de Sanxenxo junto al
Tumbrerry, el yate que su yerno Juan Carlos Cebrián compró a Fernando
Fernández Tapias antes de ampliarlo cuatro metros. El barco, denominado
por aquel entonces Núfer, posee 44 metros de eslora, zona de noche, lavandería propia y varias salas de recreo. Por sus 48 metros de eslora han desfilado personalidades del panorama político patrio
como José Bono, Eduardo Zaplana o Jaime Matas. Francisco Hernando El
Pocero se lo vendió al empresario Juan Miguel Villar Mir por 36 millones
de euros en una controvertida transacción. El Clarena, posteriormente rebautizado como Albatros.
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